Yo no creo en los hombres

La telenovela "Yo no creo en los hombres" no pretende ser un escaparate contra el sexo masculino. "Es una historia de amor y desamor, de encuentros y desencuentros", dijo la productora Giselle González la noche del martes, al presentar la nueva producción de Televisa.

"Esta telenovela está realizada en un tono realista que refleja la visión y la percepción de los hombres y las mujeres que, en medio de la cotidianidad, viven y sienten para relacionarse y la mayoría de las veces para sobrevivir", añadió. Estelarizada por Adriana Louvier, Gabriel Soto y Flavio Medina, quienes conformarán el triángulo amoroso, "Yo no creo en los hombres" se estrena el 1 de septiembre en México.

El elenco también incluye a la veterana Macaria, Alejandro Camacho, Azela Robinson y el cubano Lenny de la Rosa, entre otros. Es una nueva versión de la telenovela homónima de 1991 protagonizada por Adriana Roel y sigue un arco dramático similar: María Dolores (Louvier) es una costurera que va a prisión acusada de un crimen que no cometió y que años después, al recuperar su libertad, intenta retomar su vida.

Sin embargo, Louvier apuntó que "se está mezclando un melodrama clásico con momentos y situaciones muy reales" que van desde conflictos amorosos y económicos, hasta el rechazo por sobrepeso. A diferencia de la novela original, que se centraba en un solo personaje, la nueva versión incluye historias paralelas de otras mujeres en la vida de la protagonista. "Cada una de las mujeres que vea la novela, tanto para lo bueno para lo malo, se pueden identificar. Creo que es bueno para las mujeres el ver un espejo, un reflejo", expresó la actriz, quien enfatizó que "no es una novela que hable mal de los hombres". El abordaje de la figura femenina es uno de los principales cambios de la historia, destacó Aida Guajardo, escritora principal del nuevo argumento, que incorpora mujeres "un poquito más humanas que no están esperando a que llegue un príncipe azul a rescatarles, sino que saben que su crecimiento y rescate debe salir de ellas mismas".

Aunque el título, el argumento y los anuncios promocionales de la emisión dan la impresión de que es una novela con carga sexista, no se trata de ello. "Parece ser que las mujeres son las ofendidas, pero no. Nos vamos a dar cuenta que hay mujeres muy canijas (maliciosas) que le hacen la vida de cuadros a los hombres... Vamos a ver que hay hombres buenos, están los que engañan, pero también sufren", indicó Guajardo. Para Medina, que encarna al acaudalado Daniel Santibáñez, el antagonista, plantear esta dinámica entre hombres y mujeres imprime mayor realismo. Incluso, dijo, los varones tendrán que defenderse.

"Lo importante es que los personajes femeninos y masculinos están muy apegados a la realidad", apuntó. "En los personajes femeninos, también está la gandaya y la que sufre. Por supuesto que los hombres nos vamos a defender", agregó Medina. Parte del elenco femenino coincide también en que la telenovela no es una herramienta para satanizar a los hombres en las relaciones amorosas.

"No creo que estemos a esos grados, no creo que sea una novela feminista", expresó Robinson. "Soy una persona poco sexista... Amo al género masculino con toda mi alma. ¿Qué haríamos sin ellos? Son un mal necesario y nosotros también", bromeó.