Sala de urgencias

La clásica imagen de una sala de emergencias suele ser una ambulancia que llega a toda prisa hasta la misma puerta del hospital y un grupo de personas trabajando desesperadamente para resolver el caso con muy poco tiempo que desperdiciar. El clima de una sala de emergencias puede ser tan impactante que llega a generar temor. Nadie sabe qué sucederá con el paciente que ingresa. Todo ocurre a tal velocidad que no hay tiempo para la reflexión sino para la acción, los médicos deben decidir sobre la marcha el camino a seguir. Los profesionales se ven forzados a actuar con absoluta calma, la vida de alguien puede depender de ello. No hay ninguna otra especialidad en la medicina que abarque tanta variedad como la que se puede ver en una sala de emergencias. Accidentes de auto, huesos rotos, quemaduras, hemorragias, ataques al corazón, dificultad para respirar, ataques de asma, pérdida de funciones (brazos, piernas, etc.), pérdida de visión, pérdida de conciencia, sobredosis, dolores abdominales, intoxicaciones, vómitos, alergias, fiebre alta, complicaciones debido a otras enfermedades, y una larga lista de dolencias que pueden afectar tanto a adultos como a niños y que requieren de asistencia inmediata. Es por eso que quien esté inmerso en este universo debe tener una personalidad especial, capaz de sobrellevar cualquier situación sin dejar que lo desborde. En la vorágine de éste mundo donde todo es una urgencia, 6 personajes marcarán el pulso de esta historia: - El Dr. Miguel Grajales, jefe de urgencias, un hombre tan dedicado a su profesión que no puede lidiar con su vida familiar. - El Dr. Diego Romero, residente de pediatría, capaz de dar amor a sus pacientes pero no a sus parejas. - La Dra. Susana Londoño, internista, tan responsable como apasionada. - Carolina Hernández, jefa de enfermeras, siempre con sus sentimientos a flor de piel. - El Dr. Pedro Beltrán, cirujano de la sala de urgencias, comprometido con su trabajo pero también con su ambición. Y el joven Juan José Cardona, estudiante de quinto año de medicina y dispuesto a aprender todo lo necesario para ser un gran profesional. Todos y cada uno de ellos son héroes anónimos que pueden recuperar la vida cuando ya no quedan esperanzas.